miércoles, 21 de septiembre de 2011

Concentración de PxC por la libertad de expresión

Este blog no es oficial.


He recibido un correo de Vic emplazándonos a la concentración en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona el domingo 2 de octubre a las 12:00 horas.

El motivo es defender nuestro derecho a expresarnos debido a habérnoslo arrebatado en Salt al negarnos el permiso a manifestarnos contra la construcción de la macro mezquita salafista en dicha localidad.
A nosotros nos lo prohibieron y acatamos, nadie se presentó allí. Sin embargo, el día previsto hubo una concentración de perroflautas e inmigrantes que ni siquiera habían solicitado permiso y a pesar de ello se les permitió pasearse por la localidad, armando bulla con sus cacharros de percusión selváticos y gritando contra Plataforma per Catalunya.

¿Por qué a unos sí y a otros no?
Se permite todo a los ilegales que se presentan sin más, sin solicitar autorización, y se le prohibe a quien acata las leyes y las respeta.

La pobre excusa del TSJC al recurrir la negativa fue nada menos que nuestra marcha podía herir la sensibilidad de los rebanacuellos, pero no sólo esto, admitieron que son gente violenta y peligrosa y ellos no tienen ganas de hacer su trabajo:

Querido afiliado y simpatizante,
Como sabes, hace unas semanas el Departamento de Interior nos prohibió celebrar una manifestación en Salt contra de la construcción de una macro mezquita salafista de cuatro plantas en el polígono de Torremirona de Salt. Prohibición que Plataforma per Catalunya (PxC) recurrió y que fue ratificada en una vergonzosa sentencia por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), bajo el pretexto de que nuestra marcha legal y pacífica podía por un lado herir los sentimientos de la población musulmana de Salt, que va camino de la mayoría, y por el otro, que debido a la violencia que se les supone al colectivo musulmán por parte de las administraciones (así lo dicta la sentencia) podían suceder altercados de consideración durante nuestra concentración pacífica.


Asímismo, tanto Interior como jueces, aceptan la existencia del alto peligro musulmán, pero en vez de ponerle coto, prefieren esconderse debajo de la cama y usar su patético y cobarde poder contra personas honestas de las que saben que no pueden temer nada. ¡¡¡COBARDES!!!

Lo malo es que esta cobardía no es potestad de según quien, porque por desgracia puedo constatarla bastante cerca. Ha sido redactar lo anterior y darme cuenta de la tremenda similitud. Esconderse debajo de la cama intentando sortear problemas es bastante común, sea donde sea.