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Un orgulloso Josep Anglada exhibe los avales conseguidos, más de 6.000 firmas, sobrepasando con creces las necesarias, que son 4.023.
La nueva ley electoral que se han sacado de la manga los partidos mayoritarios (PSOE, PP, CiU y PNV) obliga en su artículo 169.3 que:
Los partidos, federaciones o coaliciones que no hubieran obtenido representación en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria necesitaran la firma, al menos, del 0,1% de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección, ningún elector podrá prestar su firma a más de una candidatura.
Es evidente que los partidos mayoritarios han decidido que la ley no es igual para todos, algo que por otra parte no nos sorprende en absoluto, dado que la legalidad la usan a su conveniencia, como a una mujer de pago.
Si pensaban que así frenarían a Plataforma per Catalunya se han llevado un chasco enorme. No sólo han visto las orejas al lobo, sino que ya sienten su aliento en la nuca.
Josep Anglada ha manifestado al respecto que “hemos pedido firmas a nuestras delegaciones y nos las han traído, así de fácil, nuestras firmas se reparten más o menos entre las once comarcas barcelonesas por igual, no hemos tenido necesidad alguna ni de salir a la calle, ni de hacer llamamientos masivos a los afiliados” y dejó claro que “no estamos de acuerdo con esta ley en ningún modo, es una ley digna de la inquisición, la democracia ha de ser igual para todos y aunque a nosotros no nos ha provocado problema alguno presentar los avales, sí nos da lástima que algunos partidos más minoritarios se hayan quedado fuera de las elecciones, está ley va en contra de la esencia de la democracia”.
Las palabras de Anglada dejan muy claro para quien todavía no lo sepa, que para PxC la legalidad es primordial. Con legalidad avanza. Y legalmente no se le podrá detener. Por muchos chanchullos de trilero que se inventen.
